La historia de una gran rivalidad, la que mantienen un padre
y su hijo. Ambos, profesores excéntricos que se dedican en cuerpo y alma a su
trabajo. El progenitor parece un terco purista que desprecia los parabienes del
stablishment mientras que Uriel, su hijo, se esfuerza en la búsqueda de
reconocimiento y elogios. Pero un día, las cosas cambian. El veterano maestro
pronto será premiado con el honor más valioso que se pueda recibir. El joven se
debate entre el orgullo y la envidia. ¿Será capaz de sabotear la gloria de su
padre?
“Nota a pie de página” es una historia de caracteres, de
lucha de generaciones, del ancestral conflicto entre el padre y el hijo esta
vez focalizado en el reconocimiento al trabajo. ¿Qué preferimos?: ¿Estar a gusto
con lo que hacemos? ¿Qué nos reconozcan nuestro mérito? Y, ¿qué es más valioso?
¿Ser reconocido por un gran descubrimiento en el trabajo? ¿O serlo por que tu
hijo, que ha seguido tus pasos, sea reconocido en su oficio? Estas son las
cuestiones que plantea la película en tono drama pero con ciertos momentos de
comedia sutil que se aprecian con afabilidad.
El punto de partida es una cosa tan sencilla pero que crea un conflicto tan
potente que el discurso narrativo se crea casi solo, aunque los guionistas están
hábiles para sembrar ciertos elementos de incomodidad en los personajes que
provocan la citada comedia –como ejemplo, la escena en que se reúnen para
evaluar la forma de deshacer el entuerto que ha provocado el Consejo-.
Lior Ashkenazi, que me recuerda mucho físicamente a un Steve
Carell con barba poblada, da vida al hijo de esta peculiar pareja que tiene
ante sí un difícil dilema en el que se juega la relación con su padre y su
futuro profesional; Shlomo Bar-Aba, por otra parte, da vida al progenitor de
este, un hombre frustrado que no cree haber sido recompensando como se merece y
que actuará de forma bastante radical y desatada cuando lo haga. Lo que más
llama la atención es la interpretación contenida de ambos, a pesar de haber
momentos que podrían haberles incitado a la sobre actuación cómica o histérica.
La película, obviamente, descansa en su relación, y por ello se ha apostado por
un cierto parecido físico pero también por una química evidente, creando una
especie de antagonista a la vez que funciona como contrapunto a ambos personajes.
Mi puntuación: 7 sobre 10. “Pie de página” se estrena este viernes 11 de
octubre en las salas españolas.
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