“Continuum”, una de las series que más nos agradó sorprendentemente
del pasado verano, y que nos llegaba desde Canadá, se ha afianzado culminando
su segunda temporada con un final potente y que nos hace desear seguir viendo
lo que ocurrirá con Kiera Cameron. La serie, volvía introduciéndose cada vez
más como se pedía en su mitología endógena y alejándose de ese tufillo
procedimental que no conseguía estar a la altura de sus otras tramas.
Porque como mencionábamos en la reseña que aportaba algunos
datos sobre el comienzo de esta temporada, están bastante claros quienes son
los personajes importantes en esta historia: Alec Sadler por un lado, al ser el
epicentro de todo el desarrollo tecnológico y al descubrirse como la mente que
ideó toda la estrategia del viaje al pasado, y Kiera Cameron por ser la
protagonista y el personaje sobre el que recaen las investigaciones. En esta
línea, es importante también el vínculo que se ha creado entre estos dos
personajes, ya que se alejan del manido tira y afloja sexual (que en principio
les pertenecería a Kiera y Carlos, pero que tampoco se está cimentando mucho,
en un proceso que se me asemeja bastante al creado entre los personajes de Jane
y Lisbon en “El Mentalista”) para crear una relación de dependencia, sobretodo
de Kiera respecto a Alec, y a la vez cierto vínculo paternalista que cambia de
rumbo ocasionalmente cuando los intereses personales de Kiera entran en juego.
La parte más aburrida de la serie, la que tenía que ver con
los planes terroristas de Liber8, se está viendo gratamente absorbida por la
trama de los freelancers, que parecen ser el enemigo común de la serie “capitaneados”
por Escher, que ahora parece haberse independizado de ellos. La revelación de
que este último es el padre de Alec multiplica las posibilidades sobre este
personaje, haciendo que cobre entera importancia los planes que cada pieza de
este tablero de ajedrez tienen respecto al dispositivo temporal, además de
hacernos entender que los terroristas de Liber8 tan solo eran unos peones
utilizados para un cometido mayor. Uno de los aciertos de la temporada fue
poner a Carlos Fonnegra en conocimiento de la identidad de Kiera, ya que así
los conflictos entre ellos han ido creciendo y Carlos ha pasado de ser un mero
pasmarote accidental. El gran cliffhanger del final nos propone a los freelancers
reteniendo prácticamente a todos los terroristas y a Kiera, a Carlos escondido
junto a Julian Randol, mientras que Alec parece haber viajado al pasado
reciente con el propósito de salvar a su chica de la muerte. ¿Qué nos deparará
la tercera temporada? ¿Salvará Alec a Emily? ¿Cuáles son los planes reales de
Escher? ¿Y los de los freelancers? ¿Conseguirá alguna vez Kiera volver a su
futuro intacto?
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