martes, 9 de julio de 2013

PERDIDOS EN LA NIEVE



Basada en hechos reales que tuvieron lugar durante la II Guerra Mundial. Después de un encuentro fortuito y hostil en el aire, un avión británico y otro alemán caen en una aislada región de Noruega. El azar hace que ambas tripulaciones se refugien en la misma cabaña. Luchan para sobrevivir al duro invierno y poder volver al campo de batalla. A pesar de ser enemigos es difícil mantener la animosidad día tras día: las necesidades hacen nacer amistades inesperadas y las reglas bélicas pierden importancia.

La película de Petter Naess es indudablemente inspirativa, y da pie aunque sea por una hora y algo a creer en el espíritu colectivo del ser humano. Es muy comúnmente dicho, que en momentos de crisis o situaciones límite, las personas sacan a flote sus mejores y sus peores comportamientos. Bien, esta es una de ellas, y permite comprender tanto a los personajes como a los espectadores de la sala, que cuando en el momento en que el mismo instinto de supervivencia está en juego, las reglas de la guerra y las prioridades que intentamos establecernos los humanos en determinados contextos se antojan poco menos que infantiles e incompetentes. Aquí vence el sentido común, el sentido de pertenencia común al ser humano, destruyendo pausadamente a través de los personajes bandos y prejuicios que tratan de destruir un grupo de personas sobre otro.

Los personajes, antes que las situaciones y la coherencia del guion, están muy bien escritos. El de Florian Lukas, interpretando al líder alemán hace de perfecto espejo del de Lachlan Nieboer, creando una especie de antagonismo de dos personas que se entienden en sus diferencias porque se le ha enseñado de la misma manera. El humor británico del personaje de Ruper Grint (una de las caras más reconocibles de la película, siendo este el Ron Weasley de las siete entregas de “Harry Potter) se complementa perfectamente con dos personajes adversarios, los interpretados por David Kross (el emergente actor que protagonizara “El lector” junto a Kate WInslet) y por Stig Henrik Hoff. Esto, unido al despojamiento de cualquier maniqueísmo en el que podría haberse adentrado la película, hacen de esta una experiencia más que válida en pantalla. Mi puntuación: 6,5 sobre 10. “Perdidos en la nieve” se estrena este viernes 12 de julio en las salas españolas.

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