El ajedrez está muy presente a lo largo de la película,
¿crees que el ajedrez puede servir como metáfora en algún aspecto de la vida?
Ana Otero: Pues seguro, seguro que sí. Porque es un deporte
tan magnífico, tan interesante, tan matemático, tan pitagórico… que seguro que
puede servir de metáfora para muchas cosas. Algunas de ellas algo lamentables
probablemente. Pero sí, para muchas.
Javier Hernández: Pues no he sido nunca jugador de ajedrez,
y si te digo la verdad no sé ni jugar. O sea que tampoco puedo relacionar mucho
el tema.
Ana Ruíz: Hay grandes películas sobre el ajedrez. Había una
película que hacía John Turturro, “La defensa Luzhin”, que trataba sobre un hombre obsesionado por el ajedrez, cuya vida fue enfocada al ajedrez. Y era un poco reflejo de su vida
obsesiva. Yo creo que cualquier cosa es buena para una metáfora para la vida,
¿no?
María Molins: Sí. Yo creo que en esta película una de las
metáforas es el mal sin pretensión, es decir, el mal porque sí. El ajedrez
digamos que es un poco la base de la película, y hay como un cerebro que está
maquinando desde el principio todos los movimientos hasta el final, aunque no
puedo decir que cerebro es porque destrozaríamos la película (Ríe). También puede ser
una metáfora de lo que está pasando, ¿no? Todas las manifestaciones y todo lo
que está ocurriendo con la banca y con el gobierno. Parece que hay un tablero
de ajedrez, que esté moviendo alguien los hilos, y los que estamos abajo, los
peones, estamos indefensos, siendo movidos de alguna manera.
De todas las fichas del ajedrez, ¿cuál es la que hace el
movimiento que más te llama la atención?
Ana Otero: Pues de cualquiera de las piezas… Cuando veo que
dicen aquello de “Jaque Mate” y todo se queda paralizado, y sin posibilidad de
cambio ni de modificación siempre me impresiona mucho. Porque es más allá de
quedarse en tablas, que parece que es aquello de la balsa… pero que no sucede
nada ni nadie sale demasiado perjudicado. Pero lo del “Jaque mate” me parece
algo poderoso (Risas).
Javier Hernández: (Risas) Pues no sé, sería pillarme los
dedos porque sé algo, pero para concretarte y decirte un movimiento que me guste
más… Yo es que soy más del parchís. Por aquello de comer fichas (Ríe).
Ana Ruíz: A mí el que más me gusta sin duda es el alfil
(Ríe). Porque las diagonales me gustan mucho.
María Molins: Pues a mi el director, cuando empezamos el
rodaje me dijo que cada uno éramos una ficha. Coral, el personaje que
interpreto, es la reina. Curiosamente es la ficha que puede hacer todos los
movimientos, y si matas a la reina tienes acceso directo al rey. De esa premisa
me enamoré de la ficha y pensé: “Mira, eres la reina, eres la madre, la víctima
también, y la que puede hacer los movimientos para que este cerebro maquinando
vaya bien”.
Como espectador de cine, que te da más miedo: ¿el terror
de algo que conoces, como puede ser una persona que de repente se vuelve
inquietante, o lo desconocido, ya sean fantasmas, espíritus o similar?
Ana Otero: Sin ningún género de dudas lo conocido. Cuando lo
bello se convierte en siniestro. Lo que a día de hoy era algo confortable de
pronto se convierte en algo que desconoces, ¿no? O una tremenda pesadilla creo
que sería que la persona con la que convives de pronto se convierta en un
desconocido. (Tiembla forzadamente) Se me ponen los pelos de punta (Ríe).
Javier Hernández: Quizás una persona que de repente pasa a
ser otra persona, o por cosas que le pasen se trastorne… ese miedo me gusta más
y me provoca más tensión como espectador.
Ana Ruíz: A mí me gusta más el terror conocido, porque lo
veo más real. A mí en el cine me gusta lo que se acerca a la realidad. Me gusta
mucho el cine que habla de historias de personas y en este caso, si es algo
psicológico, mejor.
María Molins: A mí me da mucho miedo siempre lo desconocido.
Pero como en el ser humano siempre hay una parte oscura, y en esta película
todos la tenemos, te diría que quizás el ser humano es el ser que más amor me
puede trasmitir y a la vez el que más miedo me da.
Por último, ¿cuáles son los proyectos que tienes en el
futuro inmediato?
Ana Otero: Estoy con una función, “Atlas de geografía
humana”, que es una adaptación de una novela de Almudena Grandes, que es la
primera vez que la adaptan para teatro, y abrimos temporada en octubre en el
Centro Dramático Nacional. Y pendiente del estreno de una serie, que iba a ser
una serie web, se presentó en el Festival de Málaga y parece ser que ha
agradado lo suficiente como para que haya una cadena que esté a punto de
comprarla. Y me acaban de conceder el premio Fernando de Rojas de Teatro, y
estoy muy contenta, porque se le han concedido también a Pepe Sacristán, al que
admiro mucho.
Javier Hernández: Estoy ahora con una obra de teatro que se
llama “Romeo”, en el teatro Meridional. Es un “Romeo y Julieta” pero sin
Julieta, una comedia, y estuvimos desde noviembre hasta febrero en Madrid y
ahora estamos de gira por España, y que no pare, porque el trabajo está escaso. Así que vamos a disfrutar el que tenemos.
Ana Ruíz: Acabo de terminar una función que estaba haciendo
en el Teatro Fígaro. Y estoy terminando también una gira con la función de
teatro “Sin paga, nadie paga”, con Pablo Carbonel, Carlos Heredia, María Isasi
e Israel Frías, y estamos terminando la gira con éxito. Y a ver si vienen cosas
nuevas. Aire fresco.
María Molins: Voy a estar en el Teatro Nacional de
Catalunya. Y estoy pendiente de estrenar una tv-movie que se rodó el año
pasado, que se va a emitir en televisión de Catalunya y que espero que llegue a
toda España.
Fotografías de Sergio Navarro.
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