“El Barco” nos abandonó definitivamente el pasado jueves después
de 43 emisiones de travesía en Antena 3, después de que la cadena decidiera
hace más o menos un mes no renovar la ficción por una cuarta temporada,
poniendo broche final a la aventura del Estrella Polar con una audiencia media
de un 17% de share de forma algo agridulce.
Al no tratarse de un final de serie como tal, sino un final
de temporada con cierto aire de cierre algo maqueado a base de relatos en voz
en off, queda claro desde un principio y tampoco lo buscaba sinceramente que no
se iban a resolver la mayoría de interrogantes que se habían ido lanzando
durante el trayecto de la serie, aunque sí se han dado conclusiones a tramas
como la de la carpeta roja y sobretodo las tramas amorosas, el puntal sobre el
que al fin y al cabo se centraba la serie. Se ha echado en falta por otro lado
una conclusión o una argumentación mucho más sólida sobre lo que se trataba
realmente el proyecto Alejandría, al margen de esas escuetas declaraciones de
Burbuja en las que decía que pasó a ser de un proyecto humanista a un proyecto
de exterminio; así pues, también faltó resolver incógnitas acuciantes de esta
temporada como donde estuvo todo el tiempo que desaparecieron tanto Ulises como
Max. Al otro lado de la balanza, nos encontramos con que ha sido un gran final
para algunos personajes como el de Burbuja, el verdadero motor de la serie
gracias al buen hacer de los guionistas y el crecimiento del propio actor; así
como el final de Gamboa, manteniéndose fiel a la esencia original de su
personaje, a pesar de que luego se matizó que todo lo que hacía lo hacía por su
hija.
Como en la serie, y tiene su lógica que así sea incluso en
este final, los personajes secundarios han seguido siendo secundarios aunque
hayan tenido su pinceladita: me refiero sobretodo a Estela y Ramiro, pero
sobretodo a Palomares, que no ha conseguido tener la fuerza nunca que se
pretendía. El resto, se ha ido a lo seguro haciendo un final bonito para el
resto de parejas que estaban descolgadas: Vilma y Cho, y Salomé y De la Cuadra.
Otro detalle nostálgico positivo ha sido la forma de salvarse de Piti, haciendo
un claro guiño al origen del personaje y que ha sido una forma digna de dar
cierre a su historia y a su personalidad. Por tanto, mi balance del último
episodio de “El Barco” quedaría más o menos así:
+ Lo mejor: Las escenas de Burbuja con Marimar y Alexander,
esa apuesta que se ha hecho por su personaje encarnado por un increíble Iván
Massagué. La valentía y la emotividad de la muerte de Ulises, y la frialdad de
Gamboa.
+ Lo peor: Ese regustillo a copia del final de la penúltima
temporada de “Los hombres de Paco” (todos metidos en una ratonera mientras se quieren
ante su inminente muerte, y el triángulo amoroso en el que Mario Casas hace de
Hugo Silva y Jan Cornet hace de Mario Casas) – que conste que en la serie
precedente me encantó-. El paso en falso con la muerte de Ulises, si Ulises
muere pues muere. Me parece un final digno para el personaje, ya los demás
personajes equilibran la balanza. La vida es así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario