sábado, 5 de noviembre de 2011

CINCO METROS CUADRADOS


Álex (Fernando Tejero) y Virginia (Malena Alterio) compran un piso, sobre plano, a las afueras de una gran ciudad en busca de precios más económicos. Reúnen sus ahorros para pagar la entrada, más una hipoteca a 40 años. Cuando sólo faltan unos meses para la entrega de los pisos el edificio está aún sin terminar. Un buen día, precintan la zona y paran las obras. Los vecinos forman una plataforma de protesta y denuncian a la constructora. Álex conoce a Toño (Jorge Bosch), otro afectado que trabaja en la construcción y tiene claro que se trata de una maniobra para deshacerse de ellos. Ha pasado un año. La plataforma ya no se reúne. Sólo quedan Toño y Álex. Cada vez le cuesta más seguir adelante. Empieza a descuidar el trabajo y a tener problemas con Virginia. La situación es muy tensa. Álex quiere una solución y actúa en busca de esta...

Max Lemcke ya demostró su buen hacer al mostrar las penurias, hipocresía y brutalidad empresarial de la sociedad española en su sugerente y amarga “Casual Day”. Aquí vuelve a tratar con oficio y mano firme uno de los problemas acuciantes en la sociedad actual, y que no es otro que la vivienda. Nos habla aquí sin tapujos y con la dureza que se precisa de la situación que han vivido y viven miles de personas cuando se encuentran con que todos los ahorros invertidos en un hogar (un derecho básico e inalienable) están en un agujero negro porque o bien las obras han sido paradas por alguna irregularidad, el proceso ha sido irregular o han sido simple y llanamente estafados. La narración es coherente y está repleto de diálogos ágiles y bastante reveladores, que hacen que la identificación con la situación sea casi intuitiva. Si es cierto que puede parecer que se lleva un poco la situación al extremo en el último tramo de película, pero si te paras a pensarlo, la degradación a la que está sometido el protagonista hace que los hechos sean más lógicos de lo que en un principio nos pueda parecer, ya no estás tan seguro de que harías tú mismo en tales circunstancias.

El director del film entrega el protagonismo absoluto del film a Fernando Tejero, y contra todo pronóstico (viendo sus últimos intentos de incursión en el drama), el actor sale reforzado de esta aventura. Su interpretación es profunda y emotiva, lo que hace que desde el primer momento conectemos con la vivencia del personaje, y aunque no abandona la vena cómica tan característica de su expresión, la hace suya en los primeros compases de la historia para hacer el “cuento” más ligero y llevadero, pero la abandona con absoluto aplomo en cuanto se interna en su cruzada personal y su particular bajada a los infiernos. Malena Alterio le acompaña como en el reparto como pareja sentimental, y está un poco más irregular, aunque mantiene el tipo dando un buen apoyo a su compañero de “Aquí no hay quien viva”. El reparto lo cierran actores siempre solventes (y esta no es una excepción) como Emilio Gutiérrez Caba como el promotor inmobiliario sin escrúpulos, Jorge Bosch como otro de los afectados por el parón de las obras, y Secun de la Rosa (“Aida”) en un papel breve pero bien resuelto. Me ha resultado curiosa la participación de Manuel Morón, algo desafortunado en la serie “Crematorio” (de los pocos fallos que la vi a esta en su momento), que vuelve a interpretar aquí a un dirigente de la clase política, esta vez encarnándolo con un cinismo y una deshumanización ante el drama del que está siendo testigo, que crea situaciones tanto hilarantes en su relación con el personaje de Emilio Gutiérrez Caba como durísimas emocionalmente cuando tiene que lidiar con el de Fernando Tejero. “Cinco metros cuadrados” se estrena el próximo viernes 11 de Noviembre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Entradas populares