Cuenta la historia de dos profesores de instituto, él de
inglés (Clive Owen) y ella de arte (Juliette Binoche), que sostienen dos puntos
de vista diametralmente opuestos; se enfrentan en una especie de incruenta
batalla para dirimir si son más importantes las palabras o las imágenes.
Fred Schepisi, director de “Seis grados de separación”,
apuesta por una comedia dramática en tono de romance que se desarrolla entre
las aulas de un instituto americano de clase alta. El personaje interpretado
por Binoche, reputada artista que después de sufrir una grave lesión hace mucho
tiempo que no se siente cómoda con sus creaciones, aterriza en un instituto
donde el personaje de Owen está con su puesto de trabajo pendido de un hilo. A
partir de aquí, ambos se enfrentarán en una lucha con los alumnos de por medio
para demostrar que su punto de vista es el adecuado, o al menos el más atractivo.
La película es interesante porque aunque implícitamente muchas de las películas
románticas ya hablan de la soterrada lucha de sexos que se ha librado desde los
albores de la humanidad, al sumar en este caso unas polarizaciones tan claras
como las que defienden estos dos personajes esto queda más remarcado aún.
Sin embargo, en ocasiones este duelo entre las imágenes y
las palabras es también su principal defecto porque nos revela un guion muy construido,
muy tejido y dibujando unas secuencias que son más literarias que cinematográficas.
Sin embargo, estas mismas reflexiones tienen un carácter tan reflexivo que
cualquier amante de la escritura y del arte podrá disfrutar de esta batalla
abocada al fracaso, tal como parece estarlo la relación entre los dos
protagonistas. A un lado del ring tenemos al polivalente Clive Owen, que da el
perfil tanto para un personaje de acción como uno que pueda aspirar a galán
romántico, al más puro estilo Gerard Butler; al otro lado, Juliette Binoche, un
personaje tal vez más edulcorado ya que es necesaria ponerle una falta física
para definir así su personalidad, pero que aun así acaba funcionando; dotando
de un aire de incredulidad y frescura tanto la lucha de él contra ella como la
de las palabras contra las imágenes. Mi puntuación: 6,5 sobre 10. “Lecciones de
amor” se estrenó el pasado 30 de abril en las salas españolas.
Crítica de Héctor Izquierdo
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