En un mundo asolado por los pecados humanos, Noé (Russell
Crowe), un hombre pacífico que sólo desea vivir tranquilo con su familia,
recibe una misión divina: construir un Arca para salvar a la creación del
inminente diluvio. Todo comienza cuando, cada noche, Noé tiene el mismo sueño:
las visiones de muerte provocada por el agua, seguidas de nueva vida en la Tierra.
El director Darren Aronofsky (“El cisne negro”) sorprende
aquí a profanos y entendidos con su nuevo proyecto, ni más ni menos que la adaptación
de la leyenda bíblica, o más bien del personaje por todos conocidos de Noé, en
una historia clásica del viaje del héroe que tiene que luchar contra su
destino, contra su devenir, transformando en este ejercicio a un Dios más
cristiano en el Dios sinaítico, e incluso convirtiéndolo en una suerte de Dios
griego que ejerce como creador y dador de vida, cruel y despiadado, al que es
obligatorio obedecer y no poner a prueba. Noé, interpretado por Russell Crowe
convincentemente en cuanto al personaje, no a la leyenda, se echa esta misión a
sus espaldas, sin buscarle explicaciones y dando la espalda incluso a sus
semejantes. Vamos, lo que es una fe ciega de toda la vida. La historia como
tal, animado por grandes escenas entre lluvias torrenciales, criaturas
existentes y que parten de la imaginación del director, cuenta eso.
En el camino, se intentan converger unos cuantos conflictos
más que engloban la traición, y también la puesta a prueba de la fe, en un aspecto
que es más propio de Abraham que del propio Noé, pero todo sea por hacer una
revisión de la leyenda entretenida y que no se quede en un mero contar lo que
ya conocemos, o lo que ya creemos conocer. Dicho ejercicio, no contentará ni a acérrimos
religiosos pero tampoco a asépticos ateos, sino que solo será disfrutada por el
que se tome la película como una cinta más de aventuras épicas que parte de una
versión libre de un personaje, bíblico, pero personaje literario al fin y al
cabo. Al protagonista, se le unen otros nombres archiconocidos como el de
Jennifer Connelly interpretando a la esposa de este, Emma Watson como el futuro
fértil de la humanidad, Ray Winstone como uno de los “antagonistas” –en el que
podríamos citar al mismo Dios, aunque no aparezca-, y a Anthony Hopkins dando
vida a Matusalén. Mi puntuación: 6 sobre 10. “Noé” se estrena hoy viernes 4 de
abril en las salas de toda España.
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