Julia (Marta Etura) y Félix (Eduardo Noriega) son una pareja
de clase media, cuya relación atraviesa un momento delicado. La idea de irse
unos días de vacaciones a la playa puede ser la oportunidad que necesitan para
recomponer su relación y volverse a enamorar. Al llegar a la urbanización
discuten y Julia sale con el coche. Es de noche, el violento estruendo de un
accidente le hace parar en el arcén y salir a averiguar qué ha pasado. Al
volver al coche descubre que le han robado el bolso con la documentación, el
dinero y el móvil. Por si fuera poco, no encuentra el camino a la urbanización,
se ha perdido. Comienza así el angustioso peregrinar de Julia y Félix
buscándose mutuamente en un paisaje desconocido para ambos.
Se trata ésta de una película que no tiene nada que ver con
la ópera prima del director, “Vida y color”, ya que en esta ocasión se atreve
con un thriller romántico con tintes psicológicos que tiene el valor de
introducirse en el mundo de los sueños. En resumen, es una historia sobre lo
que pasa en la pareja cuando de repente entra lo ordinario y lo cotidiano,
cuando la magia se empieza a romper. Este argumento tan poco original se
reviste de un envoltorio poco común, ya que mientras se nos cuenta la lucha del
marido por entender todo lo que está pasando a su alrededor, la mujer lo hace a
su manera dentro de un sueño, luchando por sobrevivir. El guion es del director
Juan Taberner pero también de Eduardo Noriega. Contradictoriamente, el
personaje de Marta Etura está mucho más definido que el de Noriega, ya que
parece que intenta no juzgarle pero a la vez le necesita dotar de ciertas
acciones que le hacen el malo de la película en muchos momentos. En esta
incapacidad para salirse Noriega de las necesidades del actor, que no comparte
lógicamente con el guionista, creo que está uno de los fallos del film, a no
ser que el origen del personaje parta totalmente de la novela.
A nivel interpretativo, está mucho mejor Marta Etura que
Eduardo Noriega. A este segundo se le vuelven a notar las carencias
interpretativas, expresando muy poco cuando más lo necesita, aunque revelando
cierta vis cómica-romántica que puede potenciar en futuros proyectos. Marta
Etura consigue transmitir esa sensación de apatismo que tiene que reflejar en
sus escenas con su marido, y por otro lado el desconcierto y complejidad de
sentimientos del mundo onírico. El reparto lo completan otros nombres tan
variados como los de Alfonso Bassavé, Irene Escolar o el anglosajón Jack
Taylor. En el apartado musical, encontramos al grupo Russian Red, que pone la
banda sonora de la cinta, pasando sorprendentemente de ser un elemento musical
extradiegético para formar parte de la narración de una forma muy particular. Mi
puntuación: 6,5 sobre 10. “Presentimientos”, que se prestrenó en esta nueva
edición de la Seminci, se estrena este viernes 24 de enero en las salas de toda España.
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