Un corredor de bolsa de Nueva York (Leonardo DiCaprio) se
niega a cooperar en un caso importante de fraude de valores, en el que están
implicados múltiples miembros de Wall Street, las grandes corporaciones
bancarias y la mafia. Basada en la autobiografía de Jordan Belfort.
Martin Scorsese vuelve a contar de nuevo con DiCaprio para
liderar uno de sus proyectos, en la que es ya sin duda una de las parejas más
prolíficas de Hollywood. El nombre del director es garantía suficiente para
entender que el tratamiento de esta historia basada en una persona real, más
concretamente, en un hombre que escribió un libro sobre su vida, va a tener un
sentido del espectáculo del que ya ha dado muestra en múltiples ocasiones. En
este aspecto, mucho tiene que ver un embellecimiento de lo lúdico que rodea a
la historia, que sobresatura la película. Leonardo DiCaprio nos regala una
interpretación que en algunos momentos nos hace repudiar envidiosamente a aquel
hombre, pero que en algunos momentos nos resulta hilarante en su patetismo de
drogadicción, pero nunca acercándose a la parodia, lo que es de agradecer. A
este le acompaña un bien elegido Jonah Hill (“Supersalidos”), que se reivindica
en un papel que simboliza acertadamente los peligros morales del estilo de vida
americano.
Se echa de menos una aparición más prolongada del personaje
de Matthew McConaughey, uno de los más potentes del film, pero que solo sirve
como preámbulo y como mentor espiritual de la personalidad que adquirirá a
partir de ahí Jordan Belfort. Se nota también la mano de Martin Scorsese en la
dirección en cuanto a la permisividad de los productores, ya que le consienten
recrearse en escenas lúdicas que podían haber sido solo apuntes y que acaban
conformando una orgía –nunca mejor dicho- de personajes desfasados dejando
atrás cualquier tipo de moralidad, en una descarnado retrato del estilo de vida
americano basado en la igualdad de oportunidades. Si algo resta mérito a esta
película por otro lado, es que se parece bastante en su estructura y en su
personaje a “Atrápame si puedes”, también protagonizada por el mismo DiCaprio.
Si a esta última le sobran minutos finales, a la que nos atañe le sobran muchos
minutos centrales. Mi puntuación: 7,5 sobre 10. “El lobo de Wall Street” se
estrenó ayer viernes en las salas españolas.
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