Cuatro episodios donde el fin del mundo llega según las
diferentes maneras de los directores de entender el cine: con humor, o acción,
desde el thriller, el drama o el romance. Así, se unen un asesino psicópata
enfrentado a la necesidad de finalizar su plan maestro; una encarnizada batalla
por lograr el acceso a unos supuestos búnkers que ofrecen la salvación; una
invasión de románticos empedernidos a la caza desesperada del amor de su vida y
una embarazada a punto de dar a luz al último bebé del planeta.
Disfrutamos de “Al final todos mueren” en el Matadero de
Madrid, en el contexto del Festival Notodofilmfest, ya que la película todavía
no ha encontrado distribución en salas. La primera de las historias es un
thriller de terror, la segunda me atrevería a catalogarla como comedia
romántica, la tercera un thriller dramático y la última una comedia con todas
las letras. Como todas estas películas que se componen de microhistorias,
algunas gustan más que otras. Yo particularmente me quedo con la segunda y la
cuarta, que a mi entender saben potenciar la situación que ya les viene dada,
la de la certeza absoluta de que quedan determinados días para el fin de todo
lo que alguna vez hayamos conocido. A modo de puntualización, mencionar que el prólogo y el
epílogo corren a cargo del gran Javier Fesser, que nos ofrece una guinda
perfecta para un cóctel bien preparado.
Porque en la primera de las historias, la más cruda y
oscura, cuesta entrar, también porque es la que más difiere en tono con el
resto. Pero la apuesta es tan válida como las otras, con un buen hacer que se
plasma en esta nueva manera de hacer cine al que parece arrojarnos el modelo
tradicional tan exhausto actualmente. La película es un buen ejemplo de que se
deben confiar en los jóvenes talentos, y que además tienen el suficiente
magnetismo para atraer también a caras conocidas que puedan aumentar la cuota
de pantalla. En cuanto al apartado interpretativo sobresalen agradablemente
Elisa Mouliáa e Ismael Fritschi en la última de las historias, que a mi
entender es la mejor y mucho tienen que ver en ello sus actores, y Alejandro
Albarracín, dando vida a un sordo crónico cuyo objetivo antes de que el mundo
acabe es llevar a los cinco minutos de apnea bajo el agua. Mi puntuación: 7,5
sobre 10. Esperamos ver “Al final todos mueren” pronto en las pantallas
españolas.
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