“Águila Roja” ha vuelto a las noches de TVE volviendo a ser líder
indiscutible en su franja horaria y dando cuenta que sigue tan fuerte como
antaño, mostrando con sobriedad los elementos que han hecho de ella una de las
series más longevas actualmente de la televisión pero también evidenciando los
mismos errores que ya cometiera en el pasado más o menos cercano.
En cuanto a su apartado argumental, seguimos teniendo esas
tramas llenas de aventuras que casi siempre están poniendo en riesgo a uno de
los protagonistas, pero sin embargo en este recurso ya tan utilizado les está
empezando a jugar en su contra, ya que sabemos que por muy límite que sea la
situación que nos plantean, ni Alonso (Guillermo Campra), ni Margarita (Inma
Cuesta) ni Satur (Javier Gutiérrez) va a morir. En este aspecto, el interés del
espectador estriba en averiguar como saldrán del apuro, que a veces en su
resolución está más justificada, a veces menos, u a veces solo echan mano de
una intervención rápida de su héroe, Águila Roja. En estas tramas, es de
agradecer el esfuerzo que se está haciendo por ofrecer bastantes exteriores,
que suelen venir de la mano de las misiones de Gonzalo (David Janer). Las
tramas, a veces un poco esperpénticas y que rizan el rizo, son lo
suficientemente potentes para atrapar al espectador, arriesgándose los
guionistas (ya que ha quedado perfectamente probado su éxito) a que la serie
vea mermada por otro lado su credibilidad. Aunque si lo pensamos bien, un ninja
en el siglo XVII ya tiene mucho que decir del espíritu de la serie.
En el apartado de personajes, nos encontramos con que tanto
Cipri (Santiago Molero), Irene (Elisa Mouliaá) y Mariana (Mónica Cruz) están
pasando francamente inadvertidos en este comienzo de temporada, y el doctor (Roberto
Álamo) simplemente está desaparecido. Uno de los fallos que ya están alargando
hasta la extenuación es la presencia fantasmagórica de la madre de Gonzalo,
interpretada por Julia Gutiérrez Caba, y que intercala secuencias mudas de un
minuto escaso cada capítulo sin hacer realmente aparición en la ficción. Los
personajes del Rey (Xavier Elorriaga), la Reina (Eliana Sánchez) y del Cardenal Mendoza (Jose Ángel Egido)
se van alternando con inteligencia, oxigenando el reparto, a la vez que el peso
recae en los personajes verdaderamente importantes: el dúo de acción formado
por Gonzalo y Satur, y el intelectual formado por la Marquesa (Myriam Gallego)
y el Comisario (Francis Lorenzo). Gran parte del atractivo de la serie recae por
un lado en la interpretación de los personajes tanto de la Marquesa como del
Comisario, y en el alivio cómico que supone el personaje de Satur,
perfectamente explotado capítulo tras capítulo. La temporada se desenvuelve por
otro lado con la promesa de tener las incorporaciones puntuales de actores como
Loles León, Carlos Areces o algún otro actor que siga atrayendo a la audiencia
con cierta novedad, como si fuera un particular “7 vidas” en el Siglo XVII.
"Águila roja", una temporada más: ¡INFUMABLE! JJ.
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