Mostrando entradas con la etiqueta caballeros princesas y otras bestias. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta caballeros princesas y otras bestias. Mostrar todas las entradas

miércoles, 9 de noviembre de 2011

30 MINUTOS O MENOS


Dos amigos, el repartidor de una pizzería (Jesse Eisenberg) y un joven profesor de instituto (Aziz Ansari), se ven obligados a atracar un banco cuando a uno de ellos lo convierten en una bomba humana. El perpetrador de todo esto es un friki de la violencia y del porno que, alentado por una prostituta, decide conseguir el dinero suficiente para pagar un asesino a sueldo para que mate a su padre, y así conseguir su gran fortuna.

La fórmula funciona como un reloj, con la misma precisión del que colocan como cuenta atrás en el chaleco de Nick. Mezcla la intriga pura que suscita la trama en sí misma, la de un chico que se ve forzado a robar un banco bajo amenaza de verse explotado, y el humor que se desprende de estar tratando con dos bandos que lógicamente no están acostumbrados a esos negocios, ni el perpetrador ni el amenazado. A esto hay que añadirle ciertos elementos bastante clásicos como el de la chica, el del intermediario que está dispuesto a matar al padre… que formarán parte del complejo de ases en la manga que se guardarán tanto uno como otro bando, o formarán parte del menú de casualidades que también suelen abundar en este tipo de películas, pero que sin embargo en términos generales funcionan bien en el film porque tampoco se permiten muchas estridencias. Sí me chirría bastante el tipo de chistes de la película, muy chabacano y cercano al que se utilizaba en la película reciente “Caballeros, princesas y otras bestias”, que se muestran como mucho más soeces y vergonzosos al principio del relato, ya que se está presentando a unos personajes y carece de trama propiamente dicha, pero en cuanto se nos presenta la introducción al despertarse el personaje de Eissenberg con la bomba atada al pecho, ese hándicap pasa a un segundo plano. Se podría decir que la película es “Un golpe de altura” con un perfil más adolescente masculino, y menos familiar.

Los personajes son relativamente sencillos, con un factor tan evidente como a veces efectivo, el de situar a las dos parejas con elementos de tensión que harán tambalear su amistad durante la aventura, que hará que en determinados momentos duden de ellos mismos y tomen decisiones motivadas por el rencor o la desconfianza, para propiciar los giros de guión que nos acompañarán durante la hora y media que dura la producción. Jesse Eissenberg está bastante correcto, acompañado por el actor Aziz Ansari, que nos recuerda un poco a una versión algo más light del personaje de Kal Penn en “Dos colgados muy fumados”. Cuando abandonan ese humor tan socarrón y de metáfora sexual (sustentando sobre todo por el personaje de Danny McBride), es cuando nos regalan los mejores momentos, deudores de la incompetencia intelectual de los dos causantes de la acción, tan convencidos de que están relanzando sus carreras y logrando algo épico, que causa la sonrisa en el espectador.

lunes, 27 de junio de 2011

CABALLEROS, PRINCESAS Y OTRAS BESTIAS


Thadeous (Danny McBride) se ha pasado la vida viendo cómo Fabious, su perfecto hermano mayor (James Franco), se ha embarcado en tremendas confrontaciones y se ha hecho con el corazón de su pueblo. Cansado de que la aventura, la admiración y el trono no llamen a su puerta, se ha resignado a una vida dedicada a fumar hierba de brujo, beber buen alcohol y seducir a doncellas desvergonzadas. Pero cuando Belladona (Zooey Deschanel), la prometida de Fabious, es secuestrada por el malvado brujo Leezar (Justin Theroux), el rey da un ultimátum a su hijo menor: sino la rescata, se acabó el mantenerle. Así pues Thadeous se une a Fabious en un peligroso viaje para liberar a la princesa. Les acompaña Isabel (Natalie Portman), una misteriosa guerrera con un peligroso objetivo. Los hermanos se enfrentarán a terribles criaturas y a caballeros carentes de honor antes de llegar a Belladona. Si Thadeous es capaz de sacar a la luz el héroe que lleva escondido en su interior, podrá ayudar a su hermano a impedir la destrucción del reino. Pero si le puede la holgazanería, no sólo será tachado de cobarde, también tendrá un asiento en primera fila para contemplar el amanecer de la Era de las Tinieblas.

Esta revisión humorística del género de aventuras es en definitiva una gamberrada adolescente, un sueño erótico prepúber hecho película de aventuras. Se trata en esencia de un gamberrismo bastante poco efectivo en la mayoría de los casos, que puede suscitar sonrisas en el target que se ha mencionado. El guión descansa en un humor muy chabacano y de humor sexual tan acentuado que solo se sostiene como travesura de un director nostálgico de su etapa adolescente. Tan solo algunas ventajas que da el no tomarse en serio el género ni las convenciones cinematográficas, en formas de gags concretos, funcionan en el film. Sí funciona también las localizaciones idílicas escogidas en el paisaje irlandés y las criaturas creadas digitalmente por los artistas gráficos de la película, causando impresión, hilaridad e incomodidad a partes iguales, como puede ser ejemplo claro el minotauro desnudo que aparece en la recta final de la narración. También merece una mención positiva la banda sonora que aparece puntualmente en la película, a medio camino entre la de “Piratas del Caribe” y la de la saga “Transormers”, a cargo de Steve Jablonsky.

En el lado más puramente interpretativo, me resulta algo incomprensible la participación en este proyecto de actores multipremiados como Natalie Portman, Toby Jones y James Franco en los papeles protagonistas. Tal vez vieron algo de un humor especial y desenfadado en el guión, que finalmente no se pudo trasladar a la pantalla, o del que fueron excesivamente optimistas. Pero al haber visto la película doy gracias a los motivos que encontraron estos actores para participar en ella, ya que es siempre un placer ver reunidos en cualquier film a Natalie Portman, James Franco, Toby Jones o Zooey Deschanel (deslumbrante y exuberante, gracias en gran parte a un vestuario muy acertado, unas características a la que la actriz no nos tiene muy acostumbrados). La película pone muchas de sus esperanzas en su protagonista, Danny McBride (que por otro lado también es coproductor), que es el elemento del que se intenta hacer de cierta manera cómplice gamberro al espectador. Si para el espectador el actor funciona, probablemente la película funcionará; pero si no es de su agrado tanto su forma de ganarse a la cámara como en su interpretación, probablemente la película no funcionará para él.

Entradas populares